Este pequeño núcleo urbano está formado por viviendas diseminadas. En este caserío existe un centro de rehabilitación de menores de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social de la Comunidad Autónoma.
Posee montes cubiertos por frondosos pinos que configuran un hermoso paisaje. De la sierra de Quibas se cree que es la madera del retablo del altar Mayor de nuestra Iglesia Parroquial de San José y en el siglo XVIII se suministró madera al Arsenal de Cartagena. Con la subasta del carbón de un gran incendio que se produjo en la sierra de Quibas a mediados del siglo XVIII, se pudo concluir las obras de construcción del Ayuntamiento. En las sierras del Cantón y de Quibas existen importantes canteras de mármol de gran calidad.
De estos montes y parajes también se obtenía una gran cantidad de esparto para la desaparecida industria del «cofín». La ganadería ovina y caprina también tuvo su importancia hasta épocas no muy lejanas por estos lugares. La riqueza cinegética de estos montes y parajes ha sido y es muy apreciada por los cazadores, destacando la calidad de sus perdices.
La mayor cantidad de viñedos de Abanilla están situados en estos caseríos de la zona norte, en sus planicies, cañadas y pies de monte. Están acogidos oficialmente a la denominación de origen «Alicante».
A finales de los años 60 se descubrieron importantes depósitos de agua subterránea en los pozos de Quibas y Los Martínez; una riqueza hídrica que tras la masiva e incontrolada explotación hizo cambiar su calidad, aumentando su salinidad en tal cuantía que resultaba nociva para la mayoría de los cultivos.
La Casa de los Frailes situada en este lugar (entre Los Martínez y la Cañada del Trigo) fue una antigua hacienda con grandes propiedades perteneciente al convento de los Dominicos de Murcia.