Balonga ocupa la comarca noroeste de Abanilla a 12 Km. del centro urbano. Estas tierras pertenecían a la Corona y salieron a subasta a principios del siglo XIX por un precio muy bajo para fomentar la agricultura y asentar nueva población. Según las crónicas y leyendas de la época, fue uno de los lugares elegidos por el mítico bandolero Jaime Alfonso «El barbudo» para ocultarse, al igual que lo hiciera en las sierras de Quibas y de la Pila.
La rambla de Balonga recorre un amplio valle desde el pie de monte de la Sierra de Quibas, cruzando la carretera Fortuna-Pinoso, hasta desembocar a la altura de Ricabacica en el Chícamo. El camino de acceso a Balonga corre paralelo junto a la rambla, rodeado principalmente de viñas, almendros y palmeras aisladas.
La sierra de Balonga tiene una altitud de 550 metros. Su caserío está en la actualidad casi deshabitado. Algunas de sus casas tan sólo se abren en época de caza (abundan el jabalí, la perdiz y el conejo), en el verano o en campaña de recogida de la vid (vendimia).
El vino es sin duda lo mejor de Balonga. Curado en barricas de roble, su graduación oscila entre los 16 y los 20 grados. Se elabora principalmente con uva Monastrell ya que soporta la falta de humedad y se adapta a estas tierras y a su clima de bajas pluviometrías.
Se divide en los caseríos de Balonga, Quibas, Peña de la Zafra y Los Rafaeles.